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jueves, 31 de marzo de 2011
DESTINO ALASKA, comienza la cuenta atrás!!!
Ya cada vez queda menos para nuestra partida a Alaska, y para mí que cada vez estoy más nerviosa. Se suman muchas sensaciones, las típicas que experimentamos antes de cada viaje, por una parte, te imaginas cómo será aquello.... lo idealizas, te gustaría haber tenido la oportunidad de haber sido uno de los visitantes a Alaska de hace más de un siglo, haber podido vivir la aventura de la colonización de aquellas duras tierras, a finales del siglo XIX, cuando barcos repletos de aventureros, viajaron allí para la búsqueda del oro.
La fiebre del oro, es lo que hizo que tantos hombres y mujeres se lanzaran a una aventura, pasaran por penalidades, las inmundicias de los barcos de entonces, un viaje lleno de vaivenes y fatigas, pasaran frío y hambre, los más pobres y otros, los de clase media-alta experimentaron la sensación de ser colonos, de establecer allí sus negocios, de ser los primeros en llegar allí, descubrir una tierra casi deshabitada, hermosa y dura.
Pero el comienzo de esta aventura es mucho menos romántico, es mucho más vulgar y común a algunos de nosotros.
Sólo tienes que estar un poco metido en el mundillo de la montaña, para oir que hay gente que hace las 7 cumbres, cuando conocí en 2008 a una chica australiana, que junto con su novio intentaba el K2, fueron noticia todos los que ese año estaban por el K2, ya que fue la tragedia más grande del alpinismo de los últimos años, unas 15 personas fallecidas y de los 3 supervivientes, sólo Alberto Zerain bajó ileso, Wilco Van Rooijen bajó con pies y manos congelados y a Marco Confortolla tuvieron que bajarlo después de más de un día de lucha por sobrevivir a 8.000 m. bajó vivo de milagro!!!
Pues en ese escenario cruel y duro, llegaba al campo base una Australiana, que había estado un par de días antes grabándose en la cumbre con su esposo, mientras que éste casi moría de edema cerebral. Esta chica con rastas rubias, con coloretes de Heidi, vivía una tragedia personal y no pude acercarme a darle la enhorabuena, porque en realidad, era más bien el pésame lo que había que darle.
Esta Heidi Australiana, fue la primera mujer en el mundo que ascendió las 7 cumbres, tiene su mérito!!!
Para alguien como yo, que no estoy esponsorizada, ni pertenezco a la élite, ni hago nada extraordinario, excepto subir montañas normales, que todo el mundo sube, no abro nuevas vías, ni hago nada extremo...., pues eso, para una funcionaria de a pie, esto de meterse en este fregao es duro.
Lo primero que hice fue pedir ayuda en mi club, “por favor, por favor, plis, plis, ¿quién se viene conmigo al Mckinley?”
Yo acababa de volver de intentar el Lhotse sola y no quería más experiencias extremas, ya había pasado el mal rato de caerme en una grieta y que se desplomara un muro de serac de 20 mt. bajo mis pies, ya había contemplado cómo bajaban mis compañeros mexicanos con pies o manos congelados, ya había visto a una compañera ser rescatada y llevada al hospital de Katmandú, con mala pinta, no vamos a decir que estuviera casi muerta, pero digamos, que está viva de milagro!!!! Y al Mckinley no quería irme sola, ya estaba harta de vivir sola en un campo base, de hablar sola mientras voy por la montaña y de tener que tragarme mis miedos y preocupaciones día tras día.
Así fue como surgió el primer compañero de expedición, Tony, con el cual ya había estado en otras montañas y más o menos nos apañábamos bien, no es que fuéramos la cordada perfecta, pero nos conocemos y nos aguantamos.
En mi club rondaba la idea de una expedición del Club Alpino Sevillano para 2011, pero al final nunca salía nada, de modo que otro compañero, Iván, al ver que no prosperaba la expedición al Lenin, que lleva años planeándose, dice que se viene con nosotros. Estupendo!!!!! Nos alegramos por todo: porque 2 éramos pocos, si uno se siente mal, el otro se juega la cumbre totalmente y para montar tiendas y repartir peso 2 también es poco. Y así la expedición toma forma, ya seremos 3. Comenzamos a entrenar los fines de semana en Sierra Nevada con nuestro amigo Pepe. Y así a lo tonto a lo tonto, Pepe se anima, empieza a decir que le encantaría venir.... pues, ¿por qué no te vienes? Con tus gemelos la huella está hecha ya!!!!!
Y de este modo surge la expedición perfecta, 4 amigos, 4 compañeros, 4 personas fuertes, 4 montañeros, cada uno con su experiencia.... pero todos con un proyecto común, la cumbre del Mckinley.
Sólo he estado tan ilusionada cuando organizaba la 1ª expedición andaluza al Monte Elbrus, era algo similar, 5 amigas, cada una de un club y de un sitio, pero un solo proyecto, un objetivo enorme y precioso, la cumbre de una montaña, que iba a unirnos a todas, por un momento íbamos a ser las 5 mujeres más altas de Europa!!!! Y ahora a un mes vista de nuestra partida a Alaska, me encuentro igual de ilusionada y emocionada. No es igual irte de expedición sola. Cuando te vas sola, te preocupan muchas más cosas, ahora todas mis preocupaciones se van arreglando solas, unas veces me llama Iván y me da una buena noticia, otras Pepe, otra nos alegra Tony, al final, todo saldrá bien.
Ahora seguimos entrenando, seguimos dándole caña al cuerpo, pero nuestros temores son: no lesionarnos, seguir ahorrando dinero, cuánta comida llevar, cuánto peso?, podremos con el trineo?, podremos con la montaña?, nos dejarán entrar en el país? (Tony, tendrás que cortarte las puntas!!!) podremos hacer cumbre todos, los 4? El mismo día?
Siempre me preocupa eso, que unos aclimaten mejor que otros y que unos suban antes y los otros se sientan decepcionados o bajos de ánimo.... son muchas cosas, pero sé que la nueva incorporación al grupo, la de Pepe, va a dar mucha confianza y mucho ánimo, ya que su buen humor y su fortaleza va a ser el mejor modelo a seguir por todos.
Pues eso amigos, este rollo que os cuento, me viene a la cabeza, porque queda poco para nuestra partida, estoy nerviosilla y a la vez contenta, porque cuando estéis de resaca post-feria, estaremos llegando a Alaska nosotros; porque cuando aquí las chicas comiencen a lucir piernas con minifalditas, yo estaré con las mallas de cuello vuelto pasando un frío bestial en Alaska; porque cuando todos estéis viendo como se va la nieve de Sierra Nevada y ya estéis pensando en hacer barrancos y rutas veraniegas, nosotros estaremos dentro de la tienda, esperando a que deje de nevar, peleándonos a ver quién sale con la pala a quitar el metro y medio que caerá en menos de una hora!!!
Y eso sin contar que habrá que abrir huella, habrá que saltar grietas, habrá que desenterrar (desennevar???) cuerdas de debajo de la nieve recién caída, habrá que usar la pala a diario, aprender a andar con trineo, y habrá que traer muchas fotos para vosotros, para los amigos que disfrutaréis con nuestra aventura, para transmitiros nuestros momentos, que serán duros, pero también memorables, seguro.
Lina Quesada
jueves, 10 de marzo de 2011
LA NORTE DEL MULHACÉN, POR BLANCA CASTRO
Este es un artículo que ha escrito una amiga montañera, escaladora y excelente persona, a la que agradezco su colaboración, espero que os guste!!!!
13. feb. 2011
Conseguimos hacer la Norte! Uff que pasada! Fue toda una experiencia.
Llegamos a la central eléctrica de Capileira el viernes a las 20:00 entre el trafico, lo lejos que está y la carretera tan lenta! Cogimos los frontales las mochilonas y a subir y subir… durante 3 interminables horas preocupados por si nos cerraban el refu. Al final la guarda nos llamó por teléfono a falta de media hora para llegar y nos esperó hasta que aparecimos por alli. Todo un detalle.
Dormimos en una habitación en la planta baja, muy solitaria y fría, pero total solo fueron unas horas porque a las 06:00 ya estaba sonando el despertador de mi teléfono al que no le había quitado la alarma de cada día :-O.
Desayunamos con los frontales puestos, porque no encontramos el interruptor del comedor donde nos dejaron café y algo para comer, nos pusimos las botas, polainas, crampones,frontales de nuevo y a seguir subiendo!!! Me hizo gracia el llegar de noche y volver a salir de noche! Creía que nunca vería aquel lugar de día!
Empezamos caminando hacia arriba directos a la pendiente, con ganas, sobre una loma
completamente pintada de blanco, en lugar de empezar caminando por el valle e ir
subiendo progresivamente hacia el Collado del Ciervo.
Fue precioso ver amanecer entre los picos nevados, todo era de un azul pálido mientras una línea anaranjada se iba asomando por el horizonte.
Llegamos al collado del ciervo sobre las 9:15 aprox y fue la primera vista de La Norte. En ese momento me impresionó demasiado, me hizo dudar de mis fuerzas para conseguirlo (y de mi tobillo el cual llevaba doliéndome desde la subida del día anterior) Alberto no me dio opción,parecía que no escuchaba mis comentarios al aire sobre las molestias de mi tobillo, él sabía que no podía demostrarme dudas o la aventura acabaría en ese momento. Con su experiencia conocía el sentimiento que se crea justo antes de una actividad dura, me alegro de su firmeza.
Bajamos, hicimos una travesía hasta la primera pala de nieve de la pared y nos preparamos. Nos pusimos los arneses, nos encordamos, miramos el reloj, comimos unas
galletas, nos sonreímos y esperé a que la cuerda se tensara para comenzar la
ascensión.
La primera rampa podría tener un desnivel de unos 40º se subía cómodamente sobre la huella de unos compañeros que habían madrugado algo más, caminábamos al mismo ritmo sin miedo y sin asegurar puesto que la caída sería por un suave tobogán hasta el valle.
Giramos a la izquierda al llegar a unas rocas asegurando el paso por el placer de
quitar cosas del arnés y hacer de la actividad algo más completo. En la segunda pendiente la nieve era algo más profunda y empezamos a asegurar algunos largos porque la caída ya era arriesgada, no siempre seguíamos la huella ya que
intentábamos acercarnos a la roca y poder meter algún clavo o friend.
Al poco tiempo vemos a la cordada de 3 que van por delante. Nos extraña porque los habíamos visto en el Collado del Ciervo cuando a nosotros todavía nos faltaba un buen rato para llegar.
También nos llama la atención la alternativa que están cogiendo hacia la izquierda, no tardamos en darnos cuenta del motivo, cuando llegamos a un paso de mixto algo complicado por la falta de nieve. Alberto pasa sin mayores complicaciones (o eso me parece a mí que estoy a 10 m de él y no soy capaz de valorar la dificultad del paso).
Cuando llego empiezo a ponerme nerviosa, Alberto no acaba de hacer la reunión, empiezo a tener frío, mis energías empiezan a agotarse aunque yo no lo note y veo que no será un paso fácil. Cuando miro hacia abajo y veo la rampa de nieve empiezan los problemas. Le grito: “Alberto qué pasa? Qué haces? Acaba ya que me
congelo!!!. Alberto está concentrado y no responde o si lo hace yo no lo oigo con el ruido de la nieve cayendo a mi alrededor. Por fin acaba de hacer la reunión en la nieva con la estaca, un piolet largo, y sus piolets. Sabe que el paso me costará porque conoce el respeto que me da el mixto y quería hacer una reunión a conciencia, ¡Cómo me gusta su paciencia metodicidad!. Ya estaba muy nerviosa, cuando me da la señal salgo disparada para atacar a la roca y subir a por todas, pero me no llego muy
lejos, pongo el primer crampón en la roca y no me da confianza, miro abajo y no me ayuda,cambio de pie, vuelvo a cambiar,grito “Píllame fuerte!”, vuelvo a intentarlo y por fin salgo!!! Pero las alegrías duran poco queda la pared de salida que no setá lejos pero aún queda otro paso antes,ya vemos a los compis en la cima y me arrepiento de no habernos escaqueado. Ya no me gusta estar ahí, se que queda poco y quiero llegar!
En el último tramo me vuelvo algo miedosa, quiero asegurar cada paso que doy y no me siento ágil. Alberto con su paciencia infinita llega hasta donde yo estoy hacemos una super reunión con varios anclajes y empieza a subir de nuevo. Lo que queda no es difícil y estamos más seguros que nunca pero yo ya tengo ganas de llegar y no me muevo con gracia. Veo a Alberto arriba y espero con ansias a que me dé la señal. En cuento oigo: “cuando quieras!” Subo embalada hacia el sol que pega en la cumbre!!!
Llego con los ojos llenos de lágrimas, feliz y enfadada de no haber sabido controlar mis emociones mejor. Comimos unas almendras antes de bajar. Serían las 15:00 y no llegamos hasta las 18:00 al refugio.
Tampoco fue fácil, primero intentamos chorrearnos por la nieve y no funcionó, paramos
varias veces a comer pero no nos entraba nada en el estomago al final desistimos y empezamos a andar con ayuda de algunas técnicas sicológicas que nos ayudaran a no agobiarnos y a que pasara más rápido el tiempo. Empezamos contando 30 pasos entre
descansos y acabamos buscando metas cercanas,la mayoría piedras del camino. Era gracioso la complicidad a la hora de buscar piedras, con un simple “hasta aquella piedra de allí” sabíamos perfectamente de la que hablábamos y así, piedra a piedra llegamos!!!
Nos quitamos los cacharros en la puerta bajo las miradas de varios montañeros asombrados por la cantidad de material que traíamos. Estábamos emocionados y cansados y no nos apetecía compartir ninguna conversación, cada uno a lo suyo haciendo balance del día, felices de haberlo conseguido y tristes por lo rápido qué pasó (aunque eso lo digo ahora martes día 15 de febrero)
Subimos como zombis a los dormitorios a meternos en los sacos durante 10 min. Nos
obligamos a salir para no quedarnos dormidos sin cenar. La ducha que esperábamos con ganas no pudo ser porque se habían congelado las tuberías de agua caliente pero a cambio, en el comedor, conocimos a un par de parejas muy enrolladas con las que compartimos la excitación que supone este tipo de aventuras.
A las 6:30 del día siguiente ya estábamos despiertos, como suele pasar en estos sitios, pero no salimos de la cama hasta las 8:00. Desayunamos con calma, organizamos el material y empezamos a bajar muy despacio, intentando disfrutar del paisaje, aunque a mi pié no le gustara y me lo recordara a cada paso.
La gente nos pasaba a ritmos muchos más rápidos, pero no nos importaba, cada vez que
alguien pasaba de largo con la cabeza bien alta y pasos gigantescos, como si fueran a cerrar el camino, yo pensaba: “Vosotros no habéis hecho La Norte!!!” :-P Y seguía pasito a pasito bajando por el valle cada vez menos nevado hasta llegar a la Central eléctrica de nuevo.
La guinda fue una cervecita en las Alpujarras Granainas y una pizza buenísima antes de volver a la realidad.
Hoy me parece que fue un sueño, ha sido tan fugaz que no me he dado cuenta. ¿De verdad estuve alli? Será por eso que digo que volvería a repetir, “solo” han costado el domingo y el lunes, solo dos días y estoy lista para otra aventura! Se que he aprendido de esta experiencia y la próxima vez mi mente estará preparada!
Blanca Castro
13. feb. 2011
Conseguimos hacer la Norte! Uff que pasada! Fue toda una experiencia.
Llegamos a la central eléctrica de Capileira el viernes a las 20:00 entre el trafico, lo lejos que está y la carretera tan lenta! Cogimos los frontales las mochilonas y a subir y subir… durante 3 interminables horas preocupados por si nos cerraban el refu. Al final la guarda nos llamó por teléfono a falta de media hora para llegar y nos esperó hasta que aparecimos por alli. Todo un detalle.
Dormimos en una habitación en la planta baja, muy solitaria y fría, pero total solo fueron unas horas porque a las 06:00 ya estaba sonando el despertador de mi teléfono al que no le había quitado la alarma de cada día :-O.
Desayunamos con los frontales puestos, porque no encontramos el interruptor del comedor donde nos dejaron café y algo para comer, nos pusimos las botas, polainas, crampones,frontales de nuevo y a seguir subiendo!!! Me hizo gracia el llegar de noche y volver a salir de noche! Creía que nunca vería aquel lugar de día!
Empezamos caminando hacia arriba directos a la pendiente, con ganas, sobre una loma
completamente pintada de blanco, en lugar de empezar caminando por el valle e ir
subiendo progresivamente hacia el Collado del Ciervo.
Fue precioso ver amanecer entre los picos nevados, todo era de un azul pálido mientras una línea anaranjada se iba asomando por el horizonte.
Llegamos al collado del ciervo sobre las 9:15 aprox y fue la primera vista de La Norte. En ese momento me impresionó demasiado, me hizo dudar de mis fuerzas para conseguirlo (y de mi tobillo el cual llevaba doliéndome desde la subida del día anterior) Alberto no me dio opción,parecía que no escuchaba mis comentarios al aire sobre las molestias de mi tobillo, él sabía que no podía demostrarme dudas o la aventura acabaría en ese momento. Con su experiencia conocía el sentimiento que se crea justo antes de una actividad dura, me alegro de su firmeza.
Bajamos, hicimos una travesía hasta la primera pala de nieve de la pared y nos preparamos. Nos pusimos los arneses, nos encordamos, miramos el reloj, comimos unas
galletas, nos sonreímos y esperé a que la cuerda se tensara para comenzar la
ascensión.
La primera rampa podría tener un desnivel de unos 40º se subía cómodamente sobre la huella de unos compañeros que habían madrugado algo más, caminábamos al mismo ritmo sin miedo y sin asegurar puesto que la caída sería por un suave tobogán hasta el valle.
Giramos a la izquierda al llegar a unas rocas asegurando el paso por el placer de
quitar cosas del arnés y hacer de la actividad algo más completo. En la segunda pendiente la nieve era algo más profunda y empezamos a asegurar algunos largos porque la caída ya era arriesgada, no siempre seguíamos la huella ya que
intentábamos acercarnos a la roca y poder meter algún clavo o friend.
Al poco tiempo vemos a la cordada de 3 que van por delante. Nos extraña porque los habíamos visto en el Collado del Ciervo cuando a nosotros todavía nos faltaba un buen rato para llegar.
También nos llama la atención la alternativa que están cogiendo hacia la izquierda, no tardamos en darnos cuenta del motivo, cuando llegamos a un paso de mixto algo complicado por la falta de nieve. Alberto pasa sin mayores complicaciones (o eso me parece a mí que estoy a 10 m de él y no soy capaz de valorar la dificultad del paso).
Cuando llego empiezo a ponerme nerviosa, Alberto no acaba de hacer la reunión, empiezo a tener frío, mis energías empiezan a agotarse aunque yo no lo note y veo que no será un paso fácil. Cuando miro hacia abajo y veo la rampa de nieve empiezan los problemas. Le grito: “Alberto qué pasa? Qué haces? Acaba ya que me
congelo!!!. Alberto está concentrado y no responde o si lo hace yo no lo oigo con el ruido de la nieve cayendo a mi alrededor. Por fin acaba de hacer la reunión en la nieva con la estaca, un piolet largo, y sus piolets. Sabe que el paso me costará porque conoce el respeto que me da el mixto y quería hacer una reunión a conciencia, ¡Cómo me gusta su paciencia metodicidad!. Ya estaba muy nerviosa, cuando me da la señal salgo disparada para atacar a la roca y subir a por todas, pero me no llego muy
lejos, pongo el primer crampón en la roca y no me da confianza, miro abajo y no me ayuda,cambio de pie, vuelvo a cambiar,grito “Píllame fuerte!”, vuelvo a intentarlo y por fin salgo!!! Pero las alegrías duran poco queda la pared de salida que no setá lejos pero aún queda otro paso antes,ya vemos a los compis en la cima y me arrepiento de no habernos escaqueado. Ya no me gusta estar ahí, se que queda poco y quiero llegar!
En el último tramo me vuelvo algo miedosa, quiero asegurar cada paso que doy y no me siento ágil. Alberto con su paciencia infinita llega hasta donde yo estoy hacemos una super reunión con varios anclajes y empieza a subir de nuevo. Lo que queda no es difícil y estamos más seguros que nunca pero yo ya tengo ganas de llegar y no me muevo con gracia. Veo a Alberto arriba y espero con ansias a que me dé la señal. En cuento oigo: “cuando quieras!” Subo embalada hacia el sol que pega en la cumbre!!!
Llego con los ojos llenos de lágrimas, feliz y enfadada de no haber sabido controlar mis emociones mejor. Comimos unas almendras antes de bajar. Serían las 15:00 y no llegamos hasta las 18:00 al refugio.
Tampoco fue fácil, primero intentamos chorrearnos por la nieve y no funcionó, paramos
varias veces a comer pero no nos entraba nada en el estomago al final desistimos y empezamos a andar con ayuda de algunas técnicas sicológicas que nos ayudaran a no agobiarnos y a que pasara más rápido el tiempo. Empezamos contando 30 pasos entre
descansos y acabamos buscando metas cercanas,la mayoría piedras del camino. Era gracioso la complicidad a la hora de buscar piedras, con un simple “hasta aquella piedra de allí” sabíamos perfectamente de la que hablábamos y así, piedra a piedra llegamos!!!
Nos quitamos los cacharros en la puerta bajo las miradas de varios montañeros asombrados por la cantidad de material que traíamos. Estábamos emocionados y cansados y no nos apetecía compartir ninguna conversación, cada uno a lo suyo haciendo balance del día, felices de haberlo conseguido y tristes por lo rápido qué pasó (aunque eso lo digo ahora martes día 15 de febrero)
Subimos como zombis a los dormitorios a meternos en los sacos durante 10 min. Nos
obligamos a salir para no quedarnos dormidos sin cenar. La ducha que esperábamos con ganas no pudo ser porque se habían congelado las tuberías de agua caliente pero a cambio, en el comedor, conocimos a un par de parejas muy enrolladas con las que compartimos la excitación que supone este tipo de aventuras.
A las 6:30 del día siguiente ya estábamos despiertos, como suele pasar en estos sitios, pero no salimos de la cama hasta las 8:00. Desayunamos con calma, organizamos el material y empezamos a bajar muy despacio, intentando disfrutar del paisaje, aunque a mi pié no le gustara y me lo recordara a cada paso.
La gente nos pasaba a ritmos muchos más rápidos, pero no nos importaba, cada vez que
alguien pasaba de largo con la cabeza bien alta y pasos gigantescos, como si fueran a cerrar el camino, yo pensaba: “Vosotros no habéis hecho La Norte!!!” :-P Y seguía pasito a pasito bajando por el valle cada vez menos nevado hasta llegar a la Central eléctrica de nuevo.
La guinda fue una cervecita en las Alpujarras Granainas y una pizza buenísima antes de volver a la realidad.
Hoy me parece que fue un sueño, ha sido tan fugaz que no me he dado cuenta. ¿De verdad estuve alli? Será por eso que digo que volvería a repetir, “solo” han costado el domingo y el lunes, solo dos días y estoy lista para otra aventura! Se que he aprendido de esta experiencia y la próxima vez mi mente estará preparada!
Blanca Castro
martes, 8 de marzo de 2011
PODEMOS!!!!
Esto no es más que un simple homenaje a todas las mujeres que antes que nosotras lucharon para conseguir la igualdad
lucharon para conseguir derechos
para poder votar, poder estudiar, poder trabajar y no sólo en la casa....
Tenemos la suerte de haber nacido en un país en el que todo esto se da por hecho y se nos dan facilidades para la igualdad, pero existen en el mundo millones de mujeres que viven en la ignorancia, en el olvido, subyugadas a un sistema social y político que las somete y que no les da la oportunidad de ser personas, sólo son esclavas y marionetas que se humillan y son utilizadas por la sociedad, la familia, las leyes, las normas y el entorno que las rodea.
Sabemos que podemos hacer lo mismo todos los seres humanos, sin distinción de sexo.
Sigamos adelante haciendo camino, sigamos pensando que PODEMOS.
Lina Quesada
jueves, 3 de marzo de 2011
AL PICÓN DE JEREZ DESDE GÜEJAR SIERRA!!!
"la Fe es la certeza de lo que se espera y la evidencia de lo que no se ve" (Heb 11:1).
La fe es la creencia en lo que no se puede ver ni tocar, la fe es caminar hacia las tinieblas......eso es lo que me viene a la cabeza cuando pienso en cómo acabó la ruta del fin de semana pasado.
Podemos comenzar esta historia por el final.... cuando ya vamos bajando de la montaña, se va haciendo de noche, hay luna llena, pero todavía no la vemos, no vemos por dónde vamos, pero HAY que seguir bajando....
Sabemos más o menos dónde está el coche aparcado, pero no vamos para allá, la ruta la hemos hecho circular y salimos a la loma de enfrente (Loma de papeles), vamos buscando una pista que nos conduce al final de esa loma, donde se supone que nos está esperando un amigo para recogernos y llevarnos al comienzo de nuestra ruta, al Cortijo de Balderas.
Todos estos son ACTOS DE FE, vamos bajando sin ver nada, la luna está todavía tapada por las montañas a nuestra espalda.... nada de GPS, se va orientando uno de los compañeros, dejándose llevar por su intuición, conoce la zona desde que era niño. Hemos bajado desde el Puntal de los Cuartos, por la Loma de los Cuartos, después por la Loma de Peña Partida y se ve que en este grupo hay piernas muy fuertes, gemelos enormes y mucho fondo.... pero no hace falta mapa, ni frontal, no queda ya agua, ni hay tiempo para empezar a quejarse. Yo siento ya las piernas débiles de todo el día (si la barbie esquiadora me viera!!!), desde la 9’30 h. que empezamos a subir, hemos ido subiendo muy poco a poco, lo que se viene llamando un “falso llano”, que te quema, te desespera, ya que los fuertes compañeros que llevo, prefieren meter alzas y subir pendientes de 40 º, antes que esta subida leve, pero quemante!!!!
Sí, así es como empezó el día, un radiante sábado de sol, aparcando en el Cortijo Balderas, salimos los cuatro, ya no digo quién nos propone estas maravillosas rutas, con las mejores vistas de las nortes de Sierra Nevada
Ya sabéis que nuestro amigo Pepe, que se conoce la sierra como la palma de la mano, empujado por el afán de los más jóvenes, que le demandan rutas fuertes... le piden: Pepe!!! Llévanos a rutas potentes, que para eso estamos más fuetes que el Ken esquiador!!!!
Y así es como el santo paciente de Pepe, nos organiza, nos motiva y nos lleva por esas lomas de dios, (qué religiosa estoy hoy) a la búsqueda de nuevas sensaciones. Nuevamente la soledad nos invade, nadie comparte nuestra ruta, estamos solos, contemplando las nortes, sufriendo el calvario de las ampollas en los pies, de los abductores cargados de tanto llaneo, subimos y subimos lentamente, hasta la cumbre del Picón de Jérez, donde el viento nos tira, nos vapulea como si fuéramos hormiguitas, con los esquís a la mochila, ya que no hay nieve, sólo restos de hielo entre las piedras. Hacemos cumbre, estamos felices aunque decepcionados, porque queríamos llegar hasta la cumbre con los esquís puestos....
cumbre Picón de Jérez
Ahí es donde me entra la risa, cuando le comunico al Ken esquiador (Salva) que esta no es la cumbre de bajada.... ¿cóoooomooooo? Pregunta Salva, al cual ya los pies le arden como un Kebab!!!!!
Pues no, ahora vamos a hacer el tour turístico que nos ha preparado Pepe, ¿no queremos rutas fuertes? Pues ale, vamos al Puntal de Juntillas y a los Cervatillos, para bajar por la Loma de los Cuartos, dejando a nuestra derecha los Lavaderos de la Reina!!!!
Casi ná pal cuerpo!!!!
Así como quien no quiere la cosa, vamos bajando, pero se va haciendo tarde, hemos parado mucho, había mucho hielo en la cara norte de Los Cervatillos y hemos tenido que hacer técnica de cramponaje in extremis, aunque el Ken, esquía por el hielo como si nada, él baja levitando....
Bajamos y bajamos, nieve perfecta, algo durita que nos permite girar y girar y girar.... para esto hemos venido, ahora toca disfrutar.
Ese es el disfrute que nos espera después del sufrimiento del calor, de las ampollas y de los dolores de pies.
Eso es un acto de fe, seguir subiendo y subiendo, sufriendo y sufriendo hasta que se fue la luz, bajar los cuatro con dos tenues frontales, bajando sin ver por medias laderas demasiado técnicas para mí, rodeando resaltes rocosos, viendo sin querer ver, con el rabillo del ojo, el barranco a nuestros pies, el río muy abajo poniendo los vellos de punta, sólo de imaginar que se te puede ir un esquí y estamparte contra el fondo... tensión en los brazos soportando todo el peso con los bastones, tensión en las piernas que impulsan los esquís levemente, sin dar demasiada velocidad, temiendo precipitarse...
Qué tensión, qué incertidumbre, qué valentía la de Salva que va delante, sin ver nada, baja esquiando, con su estilo perfecto haciendo giros limpios y diciendo, esta no es la loma, pasamos otro resalte rocoso, esta tampoco.... hasta que a lo lejos se ve Güejar Sierra!!!! Es entonces cuando Pepe, suspira aliviado, ahí está Güejar, parece Rodrigo de Triana cuando gritó “Tierra a la vistaaaa”
Y así es como sin perder la compostura, ni la fe, ni las fuerzas, seguimos más y más y llegamos a una pista, la pista que nos lleva a los Cortijos, ya se oyen los perros, la que nos lleva al carril donde a 800 m. estará nuestro compañero Jose, desesperado y preocupado esperando.
Sólo gente que confía en sus propias fuerzas y en su resistencia es capaz de mantener la calma en estas situaciones, de no perder la confianza y seguir siempre adelante, ya que si nos hubiéramos parado, el frío nos hubiera hecho pasarlo mal, el hambre, la sed y el cansancio son humanos y naturales, pero..... ¿¿¿quién piensa en eso cuando hay que encontrar el camino y llegar a casa??? Ya no sólo por nosotros, sino por los que nos esperan y se preocupan. Se nos hizo tarde por tantas paradas, tantas fotos y tantas risas, pero también es cierto que la ruta era larga, complicada a veces por falta de nieve, por viento fuerte y por mucho hielo y al final lo que cuenta es que la hicimos, lo pasamos bien y aquí estamos, planteándonos no comentarle más a Pepe, lo fuertes que estamos, porque es mentira, aquí el único que está fuerte es él.
Qué bien los pasamos amigos!!!!!!
Lina Quesada
Pies de la Barbie esquiadora el domingo
pies de Ken esquiador!!!!
La fe es la creencia en lo que no se puede ver ni tocar, la fe es caminar hacia las tinieblas......eso es lo que me viene a la cabeza cuando pienso en cómo acabó la ruta del fin de semana pasado.
Podemos comenzar esta historia por el final.... cuando ya vamos bajando de la montaña, se va haciendo de noche, hay luna llena, pero todavía no la vemos, no vemos por dónde vamos, pero HAY que seguir bajando....
Sabemos más o menos dónde está el coche aparcado, pero no vamos para allá, la ruta la hemos hecho circular y salimos a la loma de enfrente (Loma de papeles), vamos buscando una pista que nos conduce al final de esa loma, donde se supone que nos está esperando un amigo para recogernos y llevarnos al comienzo de nuestra ruta, al Cortijo de Balderas.
Todos estos son ACTOS DE FE, vamos bajando sin ver nada, la luna está todavía tapada por las montañas a nuestra espalda.... nada de GPS, se va orientando uno de los compañeros, dejándose llevar por su intuición, conoce la zona desde que era niño. Hemos bajado desde el Puntal de los Cuartos, por la Loma de los Cuartos, después por la Loma de Peña Partida y se ve que en este grupo hay piernas muy fuertes, gemelos enormes y mucho fondo.... pero no hace falta mapa, ni frontal, no queda ya agua, ni hay tiempo para empezar a quejarse. Yo siento ya las piernas débiles de todo el día (si la barbie esquiadora me viera!!!), desde la 9’30 h. que empezamos a subir, hemos ido subiendo muy poco a poco, lo que se viene llamando un “falso llano”, que te quema, te desespera, ya que los fuertes compañeros que llevo, prefieren meter alzas y subir pendientes de 40 º, antes que esta subida leve, pero quemante!!!!
Sí, así es como empezó el día, un radiante sábado de sol, aparcando en el Cortijo Balderas, salimos los cuatro, ya no digo quién nos propone estas maravillosas rutas, con las mejores vistas de las nortes de Sierra Nevada
Ya sabéis que nuestro amigo Pepe, que se conoce la sierra como la palma de la mano, empujado por el afán de los más jóvenes, que le demandan rutas fuertes... le piden: Pepe!!! Llévanos a rutas potentes, que para eso estamos más fuetes que el Ken esquiador!!!!
Y así es como el santo paciente de Pepe, nos organiza, nos motiva y nos lleva por esas lomas de dios, (qué religiosa estoy hoy) a la búsqueda de nuevas sensaciones. Nuevamente la soledad nos invade, nadie comparte nuestra ruta, estamos solos, contemplando las nortes, sufriendo el calvario de las ampollas en los pies, de los abductores cargados de tanto llaneo, subimos y subimos lentamente, hasta la cumbre del Picón de Jérez, donde el viento nos tira, nos vapulea como si fuéramos hormiguitas, con los esquís a la mochila, ya que no hay nieve, sólo restos de hielo entre las piedras. Hacemos cumbre, estamos felices aunque decepcionados, porque queríamos llegar hasta la cumbre con los esquís puestos....
cumbre Picón de Jérez
Ahí es donde me entra la risa, cuando le comunico al Ken esquiador (Salva) que esta no es la cumbre de bajada.... ¿cóoooomooooo? Pregunta Salva, al cual ya los pies le arden como un Kebab!!!!!
Pues no, ahora vamos a hacer el tour turístico que nos ha preparado Pepe, ¿no queremos rutas fuertes? Pues ale, vamos al Puntal de Juntillas y a los Cervatillos, para bajar por la Loma de los Cuartos, dejando a nuestra derecha los Lavaderos de la Reina!!!!
Casi ná pal cuerpo!!!!
Así como quien no quiere la cosa, vamos bajando, pero se va haciendo tarde, hemos parado mucho, había mucho hielo en la cara norte de Los Cervatillos y hemos tenido que hacer técnica de cramponaje in extremis, aunque el Ken, esquía por el hielo como si nada, él baja levitando....
Bajamos y bajamos, nieve perfecta, algo durita que nos permite girar y girar y girar.... para esto hemos venido, ahora toca disfrutar.
Ese es el disfrute que nos espera después del sufrimiento del calor, de las ampollas y de los dolores de pies.
Eso es un acto de fe, seguir subiendo y subiendo, sufriendo y sufriendo hasta que se fue la luz, bajar los cuatro con dos tenues frontales, bajando sin ver por medias laderas demasiado técnicas para mí, rodeando resaltes rocosos, viendo sin querer ver, con el rabillo del ojo, el barranco a nuestros pies, el río muy abajo poniendo los vellos de punta, sólo de imaginar que se te puede ir un esquí y estamparte contra el fondo... tensión en los brazos soportando todo el peso con los bastones, tensión en las piernas que impulsan los esquís levemente, sin dar demasiada velocidad, temiendo precipitarse...
Qué tensión, qué incertidumbre, qué valentía la de Salva que va delante, sin ver nada, baja esquiando, con su estilo perfecto haciendo giros limpios y diciendo, esta no es la loma, pasamos otro resalte rocoso, esta tampoco.... hasta que a lo lejos se ve Güejar Sierra!!!! Es entonces cuando Pepe, suspira aliviado, ahí está Güejar, parece Rodrigo de Triana cuando gritó “Tierra a la vistaaaa”
Y así es como sin perder la compostura, ni la fe, ni las fuerzas, seguimos más y más y llegamos a una pista, la pista que nos lleva a los Cortijos, ya se oyen los perros, la que nos lleva al carril donde a 800 m. estará nuestro compañero Jose, desesperado y preocupado esperando.
Sólo gente que confía en sus propias fuerzas y en su resistencia es capaz de mantener la calma en estas situaciones, de no perder la confianza y seguir siempre adelante, ya que si nos hubiéramos parado, el frío nos hubiera hecho pasarlo mal, el hambre, la sed y el cansancio son humanos y naturales, pero..... ¿¿¿quién piensa en eso cuando hay que encontrar el camino y llegar a casa??? Ya no sólo por nosotros, sino por los que nos esperan y se preocupan. Se nos hizo tarde por tantas paradas, tantas fotos y tantas risas, pero también es cierto que la ruta era larga, complicada a veces por falta de nieve, por viento fuerte y por mucho hielo y al final lo que cuenta es que la hicimos, lo pasamos bien y aquí estamos, planteándonos no comentarle más a Pepe, lo fuertes que estamos, porque es mentira, aquí el único que está fuerte es él.
Qué bien los pasamos amigos!!!!!!
Lina Quesada
Pies de la Barbie esquiadora el domingo
pies de Ken esquiador!!!!
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