A ESCASAS HORAS DE PARTIR

Tras varios años de espera, con una pandemia de por medio, he intentado seguir motivada para volver al K2. Un proyecto que se quedó inconcluso por avatares del destino.

Como ya conté en aquella ocasión, una gran avalancha debajo del "cuello de botella", nos obligó a darnos la vuelta el 17 de julio de 2019 a 8.300 mts. de altura, hubo varios sherpas heridos y el grupo de expedicionarios que ese día nos aventurábamos a intentar cumbre, tuvimos que descender de la montaña.

En el siguiente ataque a cumbre, una semana más tarde, mi porteador de altura se negaba a acompañarme, sólo previo pago de una cantidad de dinero, extremadamente alta para mi economía personal. Pero eso fue en 2019.....

Tras tantos años de expediciones, privaciones y sacrificios, aquella situación me desmoralizó bastante, llegando a pensar que nunca más volvería a ir a un ochomil..... pero al final tanto desde mi club de montaña "Sierra Sur, Morón" como desde mi Federación "Federación Andaluza de Deportes de Montaña", me convencieron para que volviera a intentarlo, para que no terminara mi carrera deportiva ya.

Y claro, desde que volví de ese K2 de 2019 ha habido 3 años de entrenamiento, decepciones, cada vez que me cancelaban un vuelo y mucho desgaste al ver que el tiempo sigue pasando y mi vida es siempre lo mismo, fines de semana intensos entrenando en Sierra Nevada, casi siempre sola, búsqueda constante de ayudas que llegan escasamente y al final te ves de nuevo frente a un gran proyecto en el cual lo tienes que hacer todo, no hay un equipo detrás de me respalde, soy yo sola ante la burocracia  y la realidad. 

Pero por fin llega el día, estoy ansiosa por coger ese vuelo y aterrizar en Islamabad. 

Antes de partir de expedición son miles las dudas que te asaltan, nunca sabes si has entrenado suficiente, si la meteo te ayudará, si la montaña será benévola contigo.

Hacer el equipaje supone un acto de abstracción cuando estás a 45ºC en Sevilla, tienes que esforzarte en recordar el frío que has pasado otras veces, para no quedarte corta a la hora de meter los mejores calcetines para cumbre y varios pares de guantes buenos, ya que si pierdes uno, mal asunto, puedes llegar a perder dedos...

Lo que peor llevo es el botiquín, nunca pienso que vaya a necesitar nada, y ha habido tantas veces que he tenido que recurrir a los antibióticos, ya que un flemón en una muela te puede fastidiar la expedición, unas diarreas, una herida mal curada, al final, hay que llevar de casi todo!

Sólo pienso en la ruta, la visualizo casi cada día, la "Chimenea House" situada a más de 6.000 mts. Es uno de los lugares donde hay que hacer uso de la fuerza, la destreza y la sangre fría, una encajonada chimenea helada, llena de restos de cuerdas viejas donde se te enganchan los crampones y no cabes tú con tu mochila... para finalmente, sin aliento llegar al Campo 2 a 6.760 mts.aprox.

Otra de las claves de la ruta será la "Pirámide Negra" una vertical trepada a 7.000 mts.donde predominan bloques sueltos de roca y restos de cordinos viejos, no agarrarse a ninguno, es la idea que debe estar presente en todo momento en tu cabeza, ya que todo está muy deteriorado por el frío y el hielo, tanto la roca como los cordinos. Y tras ese duro ejercicio de cardio en altitud, llegas al Campo 3 a 7.350 mts.aprox.

La subida al Campo 4 es cortita, de 7.350 mts.a 8.000 mts. Pero no olvidemos que estamos ya en la zona de la muerte. Allí veré como me adelanta todo el mundo, ya que la mayoría de la gente lleva oxígeno desde el Campo 3 y muchos desde el Campo 2 incluso.

Una vez en el campo 4 a 8.000 mts. No pienses que la montaña es pan comido, ahora llega lo peor, "El Cuello de Botella" un magnífico serac que forma un techo con toneladas de hielo suspendido sobre tu cabeza, tienes que subir por una pendiente de unos 50º hasta ponerte bajo el serac a 8.200 mts. Donde el avance es cada vez más lento, el aire más denso y la fuerza en tus piernas comienza a menguar. Allí es donde la mayoría de la gente, se para, se retira o se arrastra...... la recompensa de la cumbre es lo único que te puede convencer para seguir, porque son tantas las razones que te harían darte la vuelta, el frío extremo en tus pies y manos, el cansancio, la falta de oxígeno que hace el aire irrespirable, el miedo a la caída de trozos de serac, pero aún así, siempre encuentras en tu interior, una pequeña razón para seguir.

                                            "Cuello de Botella" del K2